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2010-2012


To Where You Came From

Curated by Fabio de la Flor for PAN X (2012)

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“To Where You Came From“ is an ephemeral geoglyph drawn with a tractor in a fallow field on the outskirts of the village of Morille (Salamanca) during the summer of 2012. It was an expanded drawing intervention that was born as a symbolic response to the centralisation of zenithal and ubiquitous surveillance, but also to the frequent UFO sightings that occur in this particular area of the "Empty Spain".

The graphic response is literal and direct, but above all it is frictional (it generates tension) because it makes it possible to decode the process of art in the hands of people who - until now - had never felt this need to create an artwork: the tractor driver is both the owner of the fallow field and the artist on his paper, that is, he delivers the message in his medium. That is why his answer makes more sense, as it is addressed to all those who have ever tried to analyse (or rescue) something (or someone) by imposing their decontextualised visions (or solutions). For all of them... the driver/drawner offers a universal answer: You can go back where you came from.

“Por donde habéis venido” es un geoglifo efímero dibujado con un tractor en un campo en barbecho en los alrededores del pueblo de Morille (Salamanca) durante el verano de 2012. Se trató de una intervención de dibujo expandido que nacía como respuesta simbólica a la centralidad de la vigilancia cenital, ubicua, pero también a los frecuentes avistamientos de ovnis que se dan en esta particular zona de la España vaciada.

La respuesta gráfica es literal y directa, pero sobre todo es friccional (genera tensión) porque permite descodificar el proceso del arte en manos de personas que –hasta ahora– nunca había sentido esa necesidad de hacer: el conductor del tractor es a la vez el propietario de la tierra y el dibujante sobre su papel, es decir, emite el mensaje en su medio. Por eso su respuesta cobra más sentido, ya que se dirige a todos aquellos que alguna vez han intentado analizar (o rescatar) algo (o a alguien) imponiendo sus visiones (o soluciones) descontextualizadas. Para todos ellos... el conducor/dibujante ofrece una respuesta universal: Podéis volver por donde habéis venido.

︎ 07/2012 © Santiago Morilla
︎ Watch “To Where You Came From” Single-channel Video Artwork (3:29)








Watermarks

Produced and curated by Santiago Morilla

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From October to December 2011 I made four interventions on the different beaches of Daebu-do, South Korea (Watermarks Opus #1 to #4). This island was the site of the Seongam orphanage during the 35 years of the Japanese invasion. A center dedicated to "re-education and integration" (concentration and forced labor) for Korean children between the ages of 10 to 15 (it was in operation until 1945). It should be recalled that many of the children in this orphanage tried to escape from its walls, but there is no evidence that any of them succeeded: the island's inhabitants (mostly fishermen) collected the bodies floating on the beaches and buried them in the nearby forests.

Watermarks are anamorphic rice drawings showing the outlines of those anonymous drowned children and teenagers left partially afloat by the sea. Drawings that were always made at low tide, directly on the mud with a total of 40 kilos of rice, in the anguished lapse of time before the tide rises again and the silhouette of the drawing is permanently erased. The rice was not wasted and did not pollute the landscape, but rather fed the scavenging gulls and the beautiful local herons, while blending into the natural contours of the coastline.

Watermarks wanted to symbolically restart the search for and exhumation of these forgotten bodies, to save the outline from oblivion and to bring their specific stories to the surface.

De octubre a diciembre de 2011 realicé cuatro intervenciones en las diferentes playas de Daebu-do, Corea del Sur (Watermarks Opus #1 al #4). En esta isla fue se emplazó el orfanato Seongam, durante los 35 años que duró la invasión japonesa. Este centro se dedicó a la "reeducación e integración" (concentración y trabajos forzados) para niños coreanos de entre 10 y 15 años, y se mantuvo en funcionamiento hasta 1945. Cabe recordar que muchos de los niños de este orfanato intentaron escapar de sus muros, sin embargo no hay pruebas de que alguno de ellos lo consiguiera con éxito: los habitantes de la isla (en su mayoría pescadores) recogían los cuerpos anónimos que flotaban en las playas y los enterraban en los bosques cercanos.

Las intervenciones Watermarks son en realidad cuatro dibujos de arroz anamórficos que representan los contornos de esos niños y adolescentes ahogados. Dibujos que se realizaron siempre durante la marea baja, directamente sobre el lodo, con un total de 40 kilos de arroz, durante el pequeño y angustioso lapso de tiempo que hay entre la bajamar y la pleamar. Nótese que el arroz no se desperdició ni contaminó el paisaje, sino todo lo contrario, sirvió para alimentar a las gaviotas carroñeras y a las hermosas garzas locales, al tiempo que se integró en el contorno natural de la costa.

Watermarks quiso reiniciar simbólicamente la búsqueda y la exhumación de esos cuerpos olvidados, para salvar el contorno del olvido y sacar a flote sus historias específicas.

︎ 10-11/2011 © Santiago Morilla
︎ Watch “Watermarks Opus #3” Single-channel Video Artwork (0:35)







Landscapes / Waterbeacons

Curated by Hyun-Sook AHN for the GCC International Art Residency (2011), South Korea.

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“Santiago Morilla takes on the museum space as if it were a swimming pool where one can enjoy bathing or simply ‘play dead’ and leave just one’s head to float, supported by a shamanic float (in the shape of a fox, duck or bear)… in a strange way I feel that I am including these local stories in a– more extensive and public- emotional map, which saves them from the dark depths of their obscurity. Also, where better for hiding the bald backside of an innocent bather below the surface of the water than an art centre? I estimate that their privates would be about where the admin offices are”. In his work on contextual immersion, Santiago Morilla does not overlook the fact that the island of Daebu, where the GCC is situated, was the site of the Seongan orphanage during the 35 years of the Japanese invasion. In reality, this orphanage was a concentration and forced labour camp. Some of the children who tried to escape by swimming away from this cruel imprisonment only found the quickest route to death: their drowned bodies are laid to rest in the surrounding woods. In Santiago Morilla’s imagination, there is no hint of a desire to make explicit the stories that have fed it, but neither does he want his piece to be treated as a mere “aesthetic” effect. On the contrary, it leaves the meaning open but also condenses narratives and metaphors that reveal a worrying background.”

(Extract from the text "OFF THE ROOF" by Fernando Castro Flórez,  published in the book A Warning to Navigators, 2011)

“Santiago Morilla asume el espacio museístico como si fuera una piscina donde se pueda disfrutar del baño “o simplemente ‘hacer el muerto’ y dejar a flote tan sólo la cabeza que sujeta un flotador chamánico (con forma de zorra, pato u oso)… de alguna extraña manera siento que estoy incluyendo estas historias locales en un –más extenso y público- mapa emocional, que les redime de su oscura inmersión del olvido. Además, qué mejor que un centro de arte para ocultar bajo la línea de flotación el culo pelado de un bañista inocente (calculo que a la altura de las oficinas de administración estarán las partes nobles)”. En su labor de inmersión contextual, Santiago Morilla no pasa por alto que en la isla de Daebudo, donde está emplazado el GCC, se estableció durante los 35 años de la invasión japonesa el orfanato Seongan que, en realidad, era un campo de concentración y trabajos forzados. Algunos de los niños que intentaron escapar a nado de esa cruel reclusión no encontraron sino el camino más rápido a la muerte: los cuerpos ahogados reposan en los bosques de las inmediaciones. No hay, ni mucho menos, en el imaginario de Santiago Morilla una voluntad de hacer explícitas las historias de las que se ha nutrido pero tampoco quiere que su pieza sea tratada como un mero efecto ‘esteticista’, al contrario, deja abierto el sentido pero también condensando narraciones y metáforas que revelan un sustrato inquietante. 

[...] No hace falta conocer el Dilema del Prisionero para tener clarísimo que el altruismo está no tanto desacreditado cuanto reducido a un problema para diletantes de la ética. Estamos a la deriva más allá del naufragio que contemplaran los splenetic travellers, cuando la pulsión turística ha convertido al Gran Tour en una nota pintoresca custodiada en el discurso arqueológico. Santiago Morilla pasó el tiempo suficiente en Roma para comprobar que el peso de la historia es algo más que una frase hecha y como la única salida de la atmósfera decadente (allí donde la ciudad es menos lugar para la melancolía cuanto parque temático para la regresión infantil) es la astucia y el descaro. De nada sirve el tono nihilista como tampoco podemos proteger nuestras vergüenzas con unas proclamas ‘políticas’ que, en muchos casos, son materializaciones perfectas del radicalismo subvencionado. Sin caer ni en el pseudo-activismo panfletario ni en la ornamentalidad pretendidamente adolescente, Santiago Morilla dibuja y expande figuras y relatos, va más allá de las retóricas actuales de cierto ‘dibujismo’ encontrando un camino propio de enorme fecundidad. Sus trabajos son tan site specific cuanto pensados para la google-globalización. No hay, a fin de cuentas, un punto de mira privilegiado sino enfoques y posicionamientos, focalizaciones y procesos dislocados, modos de estar dentro del dibujo inmenso o a distancia contemplando algo extraordinario en una computadora. Se trata de impulsarnos a tener un pensamiento (estético) del afuera, a tratar de comprender nuestro paisaje aunque sea a partir de una cartografía que no es otra cosa que unas figuras que flotan en lo alto de un espacio expositivo”.

(Extracto del texto "MAL DE LA AZOTEA" de Fernando Castro Flórez, publicado en el libro Un aviso a navegantes, 2011)

︎ 09-12/2011 © Santiago Morilla
︎ Watch “Landscapes Exhibition” Single-channel Video Artwork (1:05)
︎ Watch “Waterbeacon #4” Single-channel Video Artwork (0:42)









The Garden of Holiness

Curated by: Noemí de Haro and Elena Medel for La Noche en Blanco, Madrid (2010)
With the collaboration of Belén Butragueño (B2B Concept)

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The Garden of Holiness was a site-specific intervention that turned for one night the Plaza de Santa María Soledad Torres Acosta (Madrid) into an encapsulated orchard, an ephemeral urban garden where plant cuttings, conversations and unexpected encounters were exchanged. A garden that echoed the nearby Cementerio de la Buena Dicha (where the homeless and disinherited were once buried), a metaphor for the city of Madrid (in the shape of a bear, a symbol drawn on its flag). A green carpet that temporarily replaced the hard grey paving and allowed us to imagine (and breathe) another neighbourhood with new lungs, highlighting the complex socio-cultural and structural reality of the harsh urban environment.

In short “The Garden of Holiness” not only invited us to physically inhabit the symbol behind the bear's corpse, to enjoy it, to step on it... but also to imagine another city, another life.

“El Jardín de la Buena Dicha” fue una intervención específica que por una noche convirtió la Plaza de Santa María Soledad Torres Acosta (Madrid) en un vergel encapsulado, en un jardín urbano efímero donde se intercambiaron esquejes, conversaciones y encuentros inesperados. Un jardín que se hizo eco del cercano Cementerio de la Buena Dicha (donde antaño se enterraban a los “sin techo” y los desheredados), metáfora de la ciudad de Madrid (con la forma de un oso, símbolo dibujado en su bandera). Una alfombra verde que sustituyó temporalmente el duro pavimento gris y que permitió imaginar (y respirar) otro barrio con pulmones nuevos, poniendo en evidencia la compleja realidad sociocultural y estructural del duro entorno urbano.

En realidad, “El Jardín de la Buena Dicha” ofreció una solución parcial y temporal a una carencia que ya los vecinos denunciaron cuando se aprobó el proyecto de remodelación de la plaza. Este jardín efímero, habitado, pisado y parasitado momentáneamente por los ciudadanos, volvió después a su funcionalidad productivista y circulatoria, sin embargo… después de esta intervención algo cambió para siempre en el imaginario popular: otra ciudad, más verde y más respetuosa con la voz de los vecinos, fue definitivamente posible –al menos– por unas horas. Un jardín que posteriormente, además, tuvo una segunda vida al reciclarse en los huertos urbanos del barrio.

En definitiva, “El Jardín de la Buena Dicha” no solo nos invitó a habitar corporalmente el símbolo que hay detrás del cadáver del oso, a disfrutarlo, a pisarlo… sino también a imaginar otra ciudad, otra vida.

︎ 09/2010 © Santiago Morilla
︎ Watch “The Garden of Holines (El jardín de la buena dicha)” Single-channel Video Artwork (2:06)








Giocco Mostruoso

Curated by Emanuele Sbardella for 20eventi Arte Contemporanea in Sabina 2010, Italy.

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This huge site-specific drawing made with lime on the football field of Montopoli (Italy) is a reflection on the coexistence of the game and the standards, the mutual needs of both and a distant observation of their limits: a friendly match between mixed teams of artists and curators vs inhabitants. The game took place on Montopoli’s sports ground in the afternoon of the 19th of May 2010. For this date, I had realized a lime drawing on the pitch that will be visible only from above. In fact, the match, and the subsequent erasure of the drawing, were recorded from above, evidencing that players distorted the face of a local referee (who just happens to look a lot like Hitler) without paying attention to its ever-changing shapes and limits, thus creating a new, monstrous and infinite portrait.

Esta enorme intervención site-specific dibujada con cal blanca en el campo de fútbol de Montopoli (Italia) es una reflexión sobre la coexistencia del juego y de las normas, de sus necesidades mutuas y de la distante vigilancia de sus límites: un partido de fútbol amistoso entre un equipo de artistas y comisarios contra otro de habitantes locales. El partido tuvo lugar en el campo de deportes de Montopoli en la tarde del 19 de mayo de 2010. Para esta fecha, realicé un retrato con cal blanca en el terreno de juego, que tan sólo sería visible desde la distancia. De hecho, el partido, y el posterior borrado del dibujo, fueron grabados desde un punto de vista privilegiado, evidenciando que los jugadores distorsionaron el rostro de un árbitro local (que casualmente se parece mucho a Hitler) sin prestar atención a sus formas y límites formales –siempre cambiantes– creando así un retrato siempre nuevo, monstruoso e infinito.
︎ 05/2010 © Santiago Morilla
︎ Watch “Giocco Mostruoso” Single-channel Video Artwork (3:59)